jueves, 30 de mayo de 2013

Consumo audiovisual en España: estudio comparativo de mercados


Iniciamos hoy una serie de artículos en el que abordaremos el consumo de películas en España, a través de las distintas ventanas o mercados (cine, vídeo, televisión e internet). La intención no es otra que valorar hasta qué punto está cambiando el paradigma del consumo audiovisual, a raíz de la digitalización y la implantación de las nuevas tecnologías.

Para ello, debemos comenzar con un análisis de la evolución de cada una de estos ventanas a lo largo de la última década. En el caso del mercado cinematográfico, se aprecia un decrecimiento imparable. Entre 2002 y 2012, el número de espectadores se ha reducido en un 37% (de 140,7 millones a 91,4), siendo esta caída más pronunciada en el caso de las películas extranjeras que en las españolas. De igual modo, la media anual de asistencia al cine por habitante ha pasado de 3,4 en 2002 (una de las más altas de Europa, por entonces) a 1,9 en 2012 (ver gráficas 1 y 2).

Fuente: ICAA


Fuente: Media Sallles


Por su parte, el mercado videográfico (DVD y Blu-ray) no ha corrido mejor suerte. La desaparición de la copia física y la actual coyuntura económica han llevado a una drástica caída en el volumen de facturación (gráfica 3), que ha pasado de 292,8 millones de euros en 2001 a 82,5 en 2012 (-71,8%), según datos de la SGAE. Resulta interesante observar cómo este descenso es más acusado en el caso del alquiler (-90,7%) que en la venta directa (-60,8%).

Fuente: Anuario SGAE

El mercado televisivo, desde el punto de vista del consumo, se consolida como el más boyante. Entre 2002 y 2012 ha crecido en un 16%, y en la actualidad el español medio dedica más de cuatro horas a ver televisión (gráfica 4). Conviene reseñar igualmente que, entre los diversos tipos de contenidos, la ficción (películas y series) ocupa un lugar preferente en tiempo de emisión, como recoge la gráfica 5. La cara oscura, no obstante, es el dramático descenso de los ingresos publicitarios a lo largo de este mismo período, que ha puesto a las cadenas en una delicada situación económica.

Fuente: Kantar Media


Fuente: Kantar Media

Finalmente, en relación al mercado online, el porcentaje de usuarios de internet no ha dejado de crecer durante esta última década, pasando del 40% de la población española en 2004 al 70% en 2012 (véase gráfica 6). Según el último barómetro CIS sobre nuevas tecnologías (junio de 2012), el 41,8% de los internautas utilizan la red para descargar música, películas y vídeos, y el 14,4% para ver televisión. Con todo, las cifras de facturación por consumo online de películas son todavía muy modestas, aunque su crecimiento es exponencial. Según Screen Digest, superará los 12 millones de euros en 2012, siendo la modalidad de alquiler la más popular (gráfica 7).

Fuente: INE
Fuente: Screen Digest

El dibujo que ofrece el panorama español no difiere mucho de lo que ocurre en otros países de su entorno. Nos encontramos todavía en los años de transición entre un modelo y otro, donde conviven diferentes hábitos de consumo ligados al relevo generacional. Aparte, los mercados analógicos tradicionales, basados en la distribución de copias físicas (cine y vídeo) o en la venta de publicidad sobre esquemas de programación rígidos (televisión) se encuentran ya dando pasos hacia nuevos modelos de negocio, más acordes con la fragmentación de audiencias y el consumo personalizado.

En los próximos artículos ofreceremos los resultados de una encuesta que hemos realizado sobre el consumo de películas a través de diferentes pantallas en nuestro país y, a raíz de ello, comentaremos otros temas de interés como la piratería y el potencial del mercado online.



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miércoles, 15 de mayo de 2013

Crecimiento del entretenimiento doméstico online en USA


Si algún sector del mercado audiovisual norteamericano está en plena ebullición, ése es el del entretenimiento doméstico (home entertainment), sobre todo a través de internet. Así lo demuestran algunos estudios e informes publicados recientemente, que tienen en cuenta la proliferación de dispositivos multimedia (tabletas, smart phones o similar).

Según revela Adweek, por ejemplo, el porcentaje de población norteamericana que ve contenidos digitales se ha incrementado de 38% al 58% en los últimos cinco años, mientras que si nos fijamos sólo en los internautas, el porcentaje de los que consumen videos online ha pasado del 56% al 75% en este mismo lapso de tiempo.

Otro estudio llevado a cabo por Harris Interactive señala que el 78% de los norteamericanos suelen ver programas o series por su cuenta, es decir, sin estar sujetos a las rigideces de la programación; y de éstos, el 62% se declaran “espectadores compulsivos”, es decir, tienden a ver varios episodios de un tirón. De igual modo, el 30% manifiesta que está considerando seriamente cambiar su suscripción a una cadena de cable por una suscripción a una plataforma de internet (tipo Netflix o Hulu) este mismo año.

Por su parte, un informe elaborado por GfK Media & Entertainment para Interactive Advertising Bureau (IAB) constata que los espectadores de entretenimiento online poseen el mismo nivel de gusto y motivación (wantedness) que los de los programas deportivos o las series de prime time en los canales convencionales. Finalmente –y esto es una buena noticia para los anunciantes–, según Adweek, los anuncios en vídeos online tienen mayor impacto que los emitidos en los canales televisivos tradicionales (víd. gráfica 1).
¿Cuál es la evolución esperada? Según eMarketer, los pronósticos confirman un mercado al alza: el número de espectadores de contenidos televisivos por internet en Estados Unidos pasará de 106 a 145 millones entre 2012 y 2017, mientras que los consumidores de películas online crecerán desde los 79 a los 120 millones durante el mismo periodo (vid gráfica adjunta).

Fuente: eMarketer

Conviene señalar, no obstante, que –hasta la fecha–, la mayoría de pronósticos referidos al consumo audiovisual online se han demostrado excesivamente optimistas. Aparte de que las cifras varían según la fuente (empresas consultoras), la realidad del mercado ha venido a demostrar que los hábitos de consumo cambian muy lentamente, amén de que coyunturas económicas como la actual afectan al gasto en ocio y entretenimiento. Sea como fuere, el consumo online está en expansión, y la migración de un mercado a otro puede tildarse de imparable.

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