martes, 23 de julio de 2013

Propiedad intelectual vs. piratería: 'casus belli' para el gobierno estadounidense


Al hilo de lo que comentaba en el primer párrafo del artículo anterior –el permanente vínculo entre Hollywood y la Casa Blanca–, me ha parecido interesante traer a colación algunas de las últimas medidas del gobierno de Estados Unidos y de la industria hollywoodiense en relación al fomento de la protección de la propiedad intelectual y la lucha contra la piratería.



Desde la Casa Blanca: plan estratégico para la protección de la propiedad intelectual

A comienzos de este año, la Administración Obama dio a conocer su plan estratégico para la protección de la propiedad intelectual generada en el país (2013 Joint Strategic Plan on Intellectual Property Enforcement), que abogaba ad intra por una mejor coordinación entre los organismos encargados de hacer cumplir la ley correspondiente y ad extra por una mayor presión para que todos los gobiernos del mundo avancen en esta misma línea.

En la presentación de este informe, su coordinadora, Victoria Espinel, responsable de asuntos relativos a la Propiedad Intelectual en la Casa Blanca (y apodada the Copyright Czar), afirmaba sin ambages: “La propiedad intelectual es un motor clave de nuestra economía, de modo que nos importa promover un enfoque correcto para su protección; un enfoque reflexivo, dedicado y efectivo, que haga un uso adecuado y eficiente de nuestros recursos”. Y con un desinhibido sentido patriótico, añadía: “La nuestra es una nación de emprendedores, inventores y artistas. Las ideas que los ciudadanos estadounidenses generan catalizan una investigación de vanguardia, garantizan una vida más larga y saludable, y aseguran el poder de la economía más productiva del mundo. Nuestro ingenio y espíritu emprendedor han hecho de los Estados Unidos una nación grande, y debemos defender con uñas y dientes esta ventaja competitiva. Como el presidente Obama ha repetido: ‘Si el terreno de juego está nivelado, os prometo que Estados Unidos siempre ganará’”.

Son tres las líneas de acción por las que aboga este informe, cada una de ellas dirigida a un ámbito o sector: a) con respecto a los socios comerciales extranjeros, una mayor presión para seguir mejorando la protección de la propiedad intelectual; b) en cuanto al sector privado, continuar combatiendo la piratería de forma voluntaria; c) en cuanto al Congreso, continuar la batalla en el frente legislativo.

Por su parte, la Motion Pictures Association of America (MPAA), lobby corporativo de los estudios de Hollywood, no tardó en elogiar el informe a través de su director ejecutivo y presidente, el senador Chris Dodd: “Compartimos con esta Administración el compromiso de promover y proteger la propiedad intelectual estadounidense abriendo nuevos mercados para los productos norteamericanos, educando al público acerca del valor de las industrias basadas en la propiedad intelectual y del daño causado por el robo a estas industrias, así como fomentando las mejores prácticas voluntarias en las empresas privadas que tengan responsabilidades clave en el mundo de internet” [léase Google, Facebook y otras semejantes].

Al margen de la polémica reciente sobre el espionaje del gobierno estadounidense a través de las redes sociales por aducidos motivos de seguridad, lo cierto es que la Casa Blanca tiene razones para preocuparse. Desde que se iniciara estos planes estratégicos para proteger la propiedad intelectual en 2010, las infracciones contra ella (piratería) han aumentado en un 53%, especialmente en lo referente a electrónica de consumo y contenidos de entretenimiento. Ese mismo año, según apunta el informe, las industrias de propiedad intelectual representaban el 34,8% del PIB estadounidense, a los que habría que sumar 27,1 millones de puestos de trabajo directos y otros 12,9 millones indirectos.

También en este caso se demuestra que la solución al problema de la piratería pasa por la triple acción mencionada al final del artículo anterior: homologación legal, educación cívica y ofertas competitivas. Apelando de algún modo a todas ellas, este informe concluye: “Con respecto al entorno online, [esta] Administración considera que cuando a los estadounidenses o a personas de todo el mundo se les dan opciones reales de tipo legal e ilegal, la gran mayoría preferirá la opción legal. Por consiguiente, alentamos el desarrollo y uso de servicios online legales, como parte importante de una estrategia eficaz para la reducción de la actividad infractora”.

El informe argumenta además que los bienes digitales legales “ofrecen claras ventajas sobre los ilegales independientemente del precio”, como son “la mayor calidad, vienen con garantía expresa de calidad, ofrecen servicios a los clientes, y no presentan el mismo riesgo de virus”. Y sobre todo, aseguran la debida compensación a los artistas y creadores de contenidos. Sin ella, resulta muy difícil –por no decir imposible– la supervivencia de las industrias creativas.

Desde Hollywood: Creative America

Hablando de industrias creativas, una de las iniciativas puestas en marcha por varios organismos representativos de la industria hollywoodiense (la MPAA y varias unions como SAG-AFTRA, DGA y IATSE) fue la plataforma Creative America, una organización sin ánimo de lucro destinada a combatir la piratería.



Esta plataforma se formó hace un par de años con el objetivo de promover el apoyo popular al gobierno federal en su lucha a favor de la propiedad intelectual y, en concreto, mostrar también su adhesión a la controvertida Stop Online Piracy Act (SOPA). Además, buscan concienciar al ciudadano medio –y en especial a todo el que trabaja directa o indirectamente en la industria audiovisual– y crear un movimiento popular en contra de la piratería.

Sin embargo, de momento, se han topado con la reacción en contra de otro clúster empresarial, Silicon Valley, quienes a través de las redes sociales, han tratado de anular los efectos de esta iniciativa legislativa, promoviendo el disgusto público por el intento del gobierno de limitar la libertad de expresión e intercambio en internet. Lejos de arredrarse, Creative America acaba de anunciar a su nueva responsable: Ruth Vitale, una antigua ejecutiva de Hollywood reconvertida a consultora.

*  *   *

En suma, parece ser que tanto el gobierno como la industria del entretenimiento de Estados Unidos están más concienciados con este desarrollo sostenible del entorno digital. Ojalá ocurra otro tanto con sus homólogos del mundo entero. Mientras tanto, la batalla contra la piratería seguirá en los mares del ciberespacio, lidera por la bandera de barras y estrellas, en su afán de proteger sobre todo los intereses norteamericanos.


Nota: Con fecha 12/8/13, Variety publicaba  la noticia de la dimisión de Victoria Espinel como coordinadora de Propiedad Intelectual en la Casa Blanca. Al parecer, la presión de Silicon Valley y las desavenencias sobre el modo de aplicar algunos artículos de la SOPA han sido los causantes de su retirada.




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jueves, 11 de julio de 2013

A vueltas con la piratería en España


Los nuevos modelos de negocio en el entorno digital se han topado con un escollo aparentemente insalvable: la piratería. De ahí que la Motion Pictures Association of America (MPAA) –la asociación que representa corporativamente a los estudios de Hollywood– haya hecho de la lucha antipiratería su principal estandarte a nivel mundial; y como una prueba más de la secular conexión entre Hollywood y la Casa Blanca, los gobiernos estadounidenses, sabedores de que la industria del entretenimiento es la segunda que más réditos les reporta, han presionado a sus homólogos del mundo entero para promover en sus respectivos países una legislación estricta que impida la comercialización ilegal de contenidos de entretenimiento.



España ha estado tradicionalmente en el punto de mira del gobierno de Estados Unidos, por ser uno de los países más piratas del mundo. En este sentido, nuestra imagen pública era bastante negativa, como demuestran algunos titulares de Los Angeles Times o Screen Daily. Algunos datos arrojados por estos y otros medios de comunicación (basados en fuentes españolas y norteamericanas):
  • El 18% de las descargas ilegales del todo el mundo proceden de España.
  • El porcentaje de piratería en nuestro país asciende al 43%, mientras que la media  en la Unión Europea es del 35%.
  • El 74% de las películas que se ven o consiguen a través de la Red son ilegales.
  • Entre 2006 y 2008, la descarga ilegal de películas en nuestro país pasó de 132 millones a 350 millones.
  • Entre 2010 y 2011, la piratería en España se incrementó en un 25%, arrojando unas las pérdidas para el sector fueron de 1.900 millones de euros.


La llamada Ley Sinde (ahora Sinde-Wert) tan contestada como inicialmente efectiva, ha supuesto un primer paso adelante. Aunque oficialmente no ha trascendido, es muy posible que su impulso haya estado promovido por la Administración norteamericana, a cambio de algunos beneficios o acuerdos de colaboración en otros campos. De momento, la Oficina de Comercio estadounidense, en su último informe sobre propiedad intelectual y piratería (2013 Special 301 Report) ha dejado a España fuera de la “lista negra”, si bien ha especificado que elaborará una serie de informes para asesorar al país en cuestiones de propiedad intelectual en Internet.

¿Cómo está hoy día la situación de la piratería en nuestro páis? En febrero se publicó el último informe del Observatorio de la Piratería y Hábitos de Consumo Digitales correspondiente al año pasado. Este informe está realizado por la consulta GfK para la plataforma Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos y ha contado con una muestra de 50.000 internautas entre 11 y 74 años. Recomiendo su lectura atenta, porque arroja datos muy interesantes y que obligan a la reflexión. Resumo a continuación los principales titulares:
  • 1 de cada 2 internautas ha accedido algún tipo de contenido ilegal. El 43% afirma haber pirateado películas –el mayor porcentaje frente al resto de contenidos de entretenimiento (32% música; 12% libros; 7% videojuegos).
  • Las películas son el contenido que más rápidamente se piratea. El 60% de las películas se piratean en el primer año desde su estreno; y, de este porcentaje, el 42% se produce entre el estreno en salas y la salida a DVD/Blu-ray –de nuevo, el porcentaje más alto, frente al 53% de la música, el 50% de los videojuegos o el 39% de los libros.
  • Las principales razones para piratear son la posibilidad de acceso gratuito (69%), el no querer gastar dinero por un contenido que quizá luego no gusta (56%), la rapidez y facilidad de acceso (51%) y la subida del IVA (50%). (Véase tabla 1).
  • El 27% de los que piratean no perciben diferencia de calidad entre copia y original.
  • 1 de cada 2 internautas afirma que aceptaría publicidad a cambio de no pagar por esos contenidos de entretenimiento –en el caso concreto del cine, un 8,3% afirma que estaría dispuesto a comprar un contenido alternativo por un precio razonable y un 11,4% lo alquilaría.
  • El valor total del lucro cesante por la piratería en la industria del entretenimiento en España es de 1.220,6 millones de euros, lo que supone un incremento del 51% sobre la facturación actual de estas industrias.
  • En el caso concreto del cine, el lucro cesante total se sitúa en 326,6 millones de euros (117,1 online y 209,5 físico), lo que supone un 9,6% del valor del total pirateado (supondría incrementar un 43% el valor de la industria). En total, se han contabilizado 536,2 millones de accesos ilícitos online (véase tabla 2).

Tabla 1: Razones por las cuales se piratea en España


Fuente: Observatorio de la Piratería (Coalición de Creadores-GfK)

Tabla 2: Cifras de la piratería en España

Fuente: Observatorio de la Piratería (Coalición de Creadores-GfK)

A nadie escapa que la lucha contra la piratería va a ser larga y tediosa. En mi opinión, con independencia de que algunos aspectos de la ley Sinde-Wert sean manifiestamente mejorables, vamos por el buen camino. Cambiar unos hábitos de consumo y una mentalidad social requiere constancia y paciencia (piénsese en la lucha antitabaco, por ejemplo). Es encomiable, en este sentido, el esfuerzo que están haciendo asociaciones como FAPAE o EGEDA (entre otras), aparte del propio ICAA.

Como puede deducirse de algunos de los datos recogidos en este artículo, la solución definitiva de la piratería pasa por solucionar al menos en tres frentes: a) Una cuestión legal, o la necesidad de homologar a nivel mundial de la legislación sobre Propiedad Intelectual; b) Una educación cívica más efectiva, que haga entiender que no todo lo que resulta técnicamente posible es asimismo legal; c) una oferta online más competitiva, que responda a las demandas de un público que pide mayor facilidad de acceso y flexibilidad de visionado a precios razonables.


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